A veces es difícil decirla, pero la verdad SIEMPRE, y en cualquier circunstancia, libera...
Hoy me siento libre, no solo por haber hablado con la verdad, sino por haberla escuchado. Me siento liberada de mis propios defectos, de mis debilidades y miedos, y esto conlleva la fuerza que he ganado para patearle el trasero a los miedos de los que amo. Porque detrás de mi libertad puedo vislumbrar esa cosa mas bien difícil y muy deseada: La Felicidad.
Pero (porque siempre hay uno) creo que no será completa hasta que pueda ver felices a los míos, que son el espejo en el que intento reflejarme siempre, para liberarme de mi egoísmo innato y apreciar los frutos de mi propia (y personal) redención diaria.
La verdad debe imperar en mi vida, y hoy lo acepto no solo como consigna, sino también como tabla de salvación, porque solo en los recintos donde reina la verdad se eliminan las tinieblas y se deja sin espacio al miedo. Porque en la verdad está la fé, y en la fé está escondida la libertad, la alegría... La Paz.
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