jueves, noviembre 29

Mi guerrero de la Luz

Se ha cumplido el día de nuevo...

Existen seres que dejan su huella imborrable, seres cuya presencia, ya sea permanente o efímera, se mantiene a lo largo del tiempo como la base de una fragancia, apenas perceptible pero que siempre, en momentos sorpresivos, sigue siendo reconfortante.
Existen seres que cambian vidas, seres que se proponen cambiarlas o que, simplemente, dejan que la sombra de su brillantez bañe a los que los rodeamos; personas que, con el único afán de encontrarle significado a la vida (y a prácticamente todo) son capaces de observar mas allá que nadie, de ir mas lejos, de darlo todo. Seres que dentro de su mundo interno no conocen límites y son capaces de vivir en él, cual antisocial rebelde, solo que, en este caso, con pícos pasajeros de felicidad que hacen las veces de motivos.

Hoy escribo sobre uno de esos seres, sobre el único que conozco, sobre el ser que, de tan especial, me hace tener la certeza de que será único en mi vida: Pablo.
Para mi, él es un ser de luz, una criatura mágica, el enigma que he resuelto mil veces y que, sin excepción, mil veces ha cambiado; le conozco la cara, las muecas, las manos, los labios, la voz, los ojos, la mente y el alma.... cada uno de sus elementos me ha dado motivos para creer que lo insospechado existe, para sentir que las posibilidades son infinitas, para saber que la vida siempre tiene nuevos destinos, nuevos tiempos para vivir.
Él, con todo lo que esa palabra engloba, es de esas personas ausentes, de las que nunca están y, sin embargo, siempre sabes que quieren estar ahí, de las que son capaces de ESTAR solo con el corazón y hacerlo suficiente... todos alrededor sabemos que seguramente tiene algo mejor en qué pensar, un aliciente nuevo (siempre necesario), una nueva aventura creativa e impoluta, carente de la mancha de lo repetitivo. Sí, lo repetitivo no es malo, pero él no lo sabe, para él las novedades son guías de vida, como nuevos oasis para calmar la sed... una sed insaciable.

Un ser de luz. Eso es él. Un guerrero incansable peleando la batalla de las mil y una noches, dándose guerra diaria, curándose viejas heridas que, como en un ciclo interminable, vuelven a abrirse una y otra vez. Un ser universal, etéreo, cuya boca es capaz de hablar de todo sin hablar de nada, cuyos ojos son capaces de mirar los míos al tiempo que en su mente se pinta un horizonte.... lejano y bello.
Un ser que ha dejado plasmada su esencia en mi alma como yo dejé mi nombre en su frente... sin querer, solo porque la vida lo quiso.

Un año mas, un motivo mas... porque para él no pasa el tiempo, solo la luz; porque para él un día es nada y un segundo todo; porque para él el tiempo no existe, solo es un trazo imperceptible en el lienzo de la vida... un detalle mas de su obra maestra.

"Los guerreros de la luz conservan el brillo en los ojos. Están en el mundo y forman parte de la vida de otras personas.
No siempre son valientes ni actúan correctamente.
Sufren por cosas inútiles, a veces se consideran incapaces de crecer y con frecuencia se creen indignos de cualquier bendición o milagro. No siempre están seguros de lo que están haciendo aquí y pasan noches en vela pensando que sus vidas no tienen sentido. Por eso son guerreros de la luz. Porque se equivocan. Porque se preguntan. Porque buscan una razón y no se detienen hasta encontrarla."
[Paulo Coelho]


Feliz cumpleaños a ti, mi guerrero de la luz. Te quiero mares.

F.

domingo, noviembre 4

Corriendo contra el cáncer (La humillación es lo de menos)

Si, si. Ahí estaba yo, madrugada y lista para correr por una buena causa, pensando que debo comenzar a hacer mis pinitos en contra de este terrible mal que se podría llevar la dedicatoria de mi vida profesional, tratando de apoyar con una pequeña suma de dinero por mi participación a las muchas víctimas del cáncer.
Claro, en todo el trayecto hacia el punto de partida me sentía bien, no hay como una buena obre para levantar el espíritu. Pensaba: Qué manera mas buena de aprovechar una mañana de domingo.
Y claro, como siempre, mi mente fantasiosa se había encargado de pintarme un panorama mucho mejor del que me esperaba.
Y ahí estaba yo, con una camiseta que le hubiese quedado bien a alguien con unos 100 Kg sobre mi peso, cargando mi bolsa de los Rolling Stones como si la trajera pegada al cuerpo, perdida entre mas de mil corredores profesionales de los diferentes institutos del estado y claro, para no quedarme mas atrás, parada en las primeras filas de la carrera de 5 Km.
No, lo confieso, no pude mas que intentar salvar mi pobre honor corriendo solo hasta pasar (x 1 m) la escuela de medicina, punto en el cual me detuve cual cacharro viejo y haciendo mas ruido que una locomotora.
Y así, caminando, fui rebasada por mas de 1000 personas en tan solo unos minutos... 1000!! Entonces que hice? Caminar, caminar y caminar... pensando, esto es así, no pude exigirme mas, ayudar es lo que cuenta; pero, en realidad, lo que me pasaba es que me había atacado un dolor en la pierna izquierda que no me dejaba ni contemplar la idea de correr otra vez. Pero si, también los perdedores tenemos orgullo, así que cuando se acercaban los 500 mts finales, arranqué de nuevo para terminar triunfal. ¿Y qué gané? Nada, ni siquiera un aplauso... lo que gané fue un bajón moral de los buenos, pero hay que reconocerlo: La humillación es lo de menos.
No hay que ser pesimistas, me dieron dos bebidas energetizantes gratis... a claro, olvidaba mi camiseta... 20 tallas mas grande.

Y esa soy yo, Francisca la buena, que es capaz de aguantar que mas del 92% de las personas que corrían a mi lado se vieran mejor que yo en mallas, la que se bofeó 3 veces en 5 km, la que ha corrido hoy su primera carrera contra el cáncer.. la que, a conciencia, ha decidido que no será la última. Pensaré que el próximo año le atinarán a mi talla.