martes, junio 24

El perfume de la Soledad.

Si, si... Ya se que es el nombre de una canción, pero no he encontrado mejor título para escribir hoy... Porque es eso precisamente lo único que me queda. El último rastro de que soy un ser con sentidos, capaz de percibir el mundo exterior.
Los últimos días han sido tan difíciles que me hacen sentir como dormida, como si el destino me hubiese puesto una droga en el vaso de jugo que me bebí hace un mes y ahora sufriera un efecto que se acrecenta con cada segundo, con cada interminable hora de hastío.
Estoy cansada, con ganas de hacer lo que no me siento capaz... y desde mi inmovilidad patológica, desde este estado de sopor místico, solo me queda un triste olor a soledad, un perfume añejo... viejo, que emana de las paredes, de cada rincón que visito una y otra vez esperando encontrar respuestas, rostros... un poco de diversión.