domingo, octubre 26

Mi flacka

Recuerdo que apenas la vi... casi por compromiso. Pensé que era mas delgada que una vara y que su camiseta le quedaba muy graciosa.. le sobraban algunas tallas. Sin querer, sin percatarme, la conocí y no le puse atención.

Había alguien a su lado, era todo lo que sabía y estreché su mano como se la estrechas a un vendedor de esos que quieren aparentar ser tus amigos.

Hoy cumple 22 años y, gracias a Dios, 6 hermosos años de acompañarme en las buenas, en las malas y en las peores.

Hoy sigue siendo flacka, la flacka... así la bautizó Pablo (aunque no requería tanta creatividad).... ella ha dado luz a todas las personas que la rodeamos, será porque es tan sencilla, bella y de un enorme mundo interior. Y también porque no hay otra como ella... siempre me hace reir con solo reirse ella, a veces no se ni de lo que se ríe, pero lo hace de una forma tan contagiosa... me encanta como habla, con ese toque de sarcasmo inocente... y si, es inocente, de las que quedan pocas. Ve al mundo con signos de interrogación y, aunque disfruta mucho del hábito de dormir, es de esas personas a las que no les da flojera vivir, de esas que de verdad viven cada minuto, de las que si quieren pensar, preguntarse y jamás quedarse con la duda...
Polet tiene un plato favorito, ovalado.. ama su celular con sonido de estrellas cuando lo abres, ama su cabello y lo peina con amor, tiene los dientes separados, ella dice que es algo genético pero la verdad es que no he visto a nadie de su familia con los dientes iguales, así que eso también es único.

Y sobre todo, es una gran amiga. De esas que no te piensan todo el tiempo, pero que cuando lo hacen les nace del corazón; de esas que te ponen antes que a si mismas, de esas que solo hablan de la TV en casa, porque las paredes oyen, pero que cuando sale al mundo sabe discutir las teórías de la vida. De esas que les gusta poner en riesgo su vida porque los carros "se tienen que parar"... y de las que gustan de salir corriendo arrastrándote detrás solo porque de pronto le apetece. Ella es leal, ella no sabe bailar, ella no tiene llave de casa... le gusta llamar a la puerta...
En fin, es de esas amigas para toda la vida, de las que no se enojan casi nunca, porque la vida es muy corta para pasarla molestas...
Y aquel día, sin querer y si poner atención, estreché su mano por primera vez y me quedé pegada a ella... Y hemos vivido juntas las cosas de una manera que hace que cada vez que pienso en mi futuro, allí está, sin poner atención, sin dar abrazos cariñosos... solo riendo, hablando y durmiendo... Ahi sigue dando paz a mi corazón y risa a mi boca.


Te quiero mucho, amiga. Que feliz me hace que hayas venido al mundo. Felicitaciones!!