viernes, septiembre 19

Algo que he pensado ayer...

Creo fírmemente que no existe mayor motivo en la vida que el amor. Motivo de felicidad, de plenitud, de sentirse lleno... de sonreir siempre y sin razón certera. Nada llena tu vida como el amor lo hace. Y bien, no siempre se puede tener amor. Y si, el amor no es indispensable para vivir. También es cierto que existen mil y una cosas que pueden hacernos felices, claro que éstas se encuentran definidas muy particularmente por cada uno de los seres que habitan el universo; uno aprende a valorar tantas cosas en el paso por la vida... podemos, si somos afortunados (que muchos lo somos aunque no nos guste admitirlo), tener días maravillosamente felices, increiblemente alegres, espontáneamente inolvidables. Todo por una simple hoja de papel llena de algo que vale la pena leer (escribo un ejemplo de lo que a mi me hace feliz en ciertas ocasiones). Y así es vivir.... tener éxito, pasar la escuela, llegar a la cima en el trabajo, recibir dinero, ser bendecido con amigos inigualables y pasar una tarde con ellos, descubrir algo que realmente nos gusta, ser abrazados sinceramente....

Pero creo firmemente que nada nos llena de una manera tan absoluta como el amor. Nada es capaz de borrar el universo, de reducirlo a nada al tiempo que explota lleno de luces y crece millones de veces su tamaño. Si, se expande.

Cuando no hay amor en nuestras vidas, decimos que la felicidad completa no existe... siempre hay algo que está mal.

Cuando hay amor en nuestras vidas, al menos por algunos gloriosos días, la felicidad completa es real y palpable... Nada de lo malo alrededor importa.