Ansiedad

Hoy me desperté ansiosa, la idea de las clases ya a la vuelta de la esquina me hace entrar de nuevo en un ritmo que había dejado descansar los últimos meses.
Hoy, de nuevo comienzo a maquinar ideas, planes y todo tipo de técnicas de supervivencia, puesto que si, la escuela requiere de habilidad y, en mi caso, me demanda también habilidades de vida cotidiana (como mantenerme con vida, alimentación y descanso requerido).
No me agrada adelantarme a los hechos, siempre me ha gustado disfrutar lo que se vive en el momento, pero también he sabido siempre que mi naturaleza es otra, sin que yo lo desee las revoluciones de mi cabeza aumentan, mi corazón late mas rápido, mis uñas ya no crecen (porque saben que las tendré que cortar muy pronto), comienzo a creer que los días pasan tan rápido..... es inevitable para mi. Y así, el día que me toca irme, me digo: "¿Por qué no los disfruté mas?".

Pero esta vez, creo que ese reproche no tendrá lugar, no estoy segura de cual es la razón, si porque en esta ocasión si disfruté muchísimo, o porque ya no le daré lugar a los reproches en mi vida. Espero que puedan ser ambas, pero de no ser así, elijo la segunda. Reproches habrá siempre, ansiedad, también. No tengo mas que aprender que la vida tiene ciclos y que para poder amar algunos también tenemos que vivir algunos otros que no son tan placenteros y, en mi muy particular caso, un mismo ciclo puede ser un postre dulce y un trago amargo.... que bien que tengo mi lengua completa, para poder distinguir y apreciar ambos sabores de la vida.

Uno de Jaime Sabines...

La luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Bye bye Santa

Hace unos momentos escuché a mi hermaito de 9 años decirle a mi papá: "Gracias por comprarme mis juguetes".
Mi papá se quedó algo extrañado y le preguntó ¿Por qué?, y Antonio dijo: "Porque ya se que Santa no existe".
En ese momento pude notar que a veces nosotros (los grandes) somos mas niños que los mismos pequeños; mi padre, según pude notar, se molestó mas por la noticia que mi hermano. Incluso a mi me pareció triste, y no es que esté a favor de que se le digan mentiras a los niños, pero es bello ver la ilusión y felicidad que esta particular mentira les trae. Así que, mientras me hacía algo de comer en la cocina, analicé el silencio que mi papá hizo con algo de tristeza, porque apenas hoy me entero que el pasado diciembre fue el último en que se esperó a santa en mi hogar, el último en el que hice mi carta ficiticia para que mi hermanito la viera (sí!! a mis 20 años).... la última navidad de recorrer las calles al lado de cientos de padres que por un momento se convierten en cargadores, negociantes y, por supuesto, en Santa (AKA Viejos, gordos y vestidos de rojo)...

Cielos, aunque hace mas de 10 años que yo conocí este secreto, creo que hoy me dolió mas que entonces, porque por mas insignificante que parezca semejante cuentazo... la Navidad no será la misma si él.
Hoy recordé la niña que fui... cómo amé a santa por mi Libro de colorear!!... sin querer, el primer libro que amé en la vida.

Bye bye santa....