sábado, noviembre 22

Yo era alucín en la prepa.

Se detuvieron frente a la puerta mientras Mariano las presentaba. Cuando él salió para hacerla pasar Karla le agradeció todas las atenciones y el hombre se despidió con una sonrisa. Una vez dentro Karla se topó con una mujer totalmente distinta a lo que imaginaba. Era alta, delgada y muy joven, andaría cerca de los treinta años; además tenía un cierto aire que inspiraba confianza y, aunque no dejaba de mostrarse seria (pues lo requería la ocasión), recibió a Karla con una amplia sonrisa y después se dedicó a escucharla. Después de pasados unos minutos, se dio cuenta de que el licenciado había dicho la verdad, era muy poco ortodoxa.

Francisca esperaba afuera, sin nada más que hacer se dedicó a leer una especie de periódico mural que había al final del pasillo. Ahí leyó un poco sobre la mujer del momento. Llevaba dos años en el cargo, había sido nombrada Secretaria Internacional de Relaciones Humanas en el 2012 después de haber laborado por tres años como Secretaria Internacional de Educación. Ella había comenzado su labor dentro de las naciones unidas en cargos mucho menos complejos siendo, de tiempo en tiempo, asistente ejecutiva del antiguo secretario de educación, asesora del área de recursos humanos y hubo un tiempo en que se dedicó a algo parecido a lo que hacía el licenciado Mariano. Después la nombraron jefa del departamento de educación, desde donde fue considerada para la Secretaría de Educación Nacional, pero por su gran desempeño y las recomendaciones de su antiguo jefe, fue nombrada Secretaria Internacional de Educación en el año 2009. Era considerada una eminencia en su campo debido a su juventud y brillantez; su increíble desempeño y su gran calidad humana había hecho que con solo 3 años en el puesto se decidiese nombrarla Secretaria de Relaciones Humanas, puesto en el cual ella ha tenido la oportunidad de seguir ayudando en los asuntos educativos pero, también, ir mas allá en todo lo que concierne a los asuntos generales civiles y de relaciones entre los países, por lo cual la licenciada completó sus estudios con diplomados en economía, psicología, leyes, ética y lenguas, además de su doctorado en Innovación Educativa, estudios que completó en distintos países debido a su absorbente trabajo.

Todo sobre esa mujer era interesante, de verdad era una persona digna de admirarse, pero también había que suponer que estaba bastante loca, esa descripción de su vida declaraba abiertamente que había renunciado al sueño muchos años atrás. Había algo más que llamaba la atención de Francisca y que, de cierto modo, la ponía orgullosa. La doctora era mexicana, había comenzado a laborar en la cede de la Cd. de México, claro que viajaba muchísimo como asistente del antiguo secretario, pero la mayor parte de su trabajo se desarrollaba allí. Francisca sentía cierta curiosidad por conocer a esa mujer, algo dentro de ella tenía el deseo de reconocerla de alguna parte pero no lograba hacerlo. De todas formas, la conociera o no de antes, valía la pena conocer a la mujer que firmó convenios con 128 países en el mundo para mejorar los sistemas educativos, que logró que se realizaran acuerdos de subsidio económico para naciones subdesarrolladas, la mujer que creó lazos de diálogo para la creación de becas y estímulos, que creó un programa de apoyo social y que se enfocó con tesón en los países latinoamericanos para que la riqueza de estos países fuera aprovechada al máximo. Incluso ayudó a pactar la paz entre las naciones de Rusia y Estados Unidos cuando, hacía un año atrás, estuvieron a punto de declarar una guerra. Sin duda una gran mujer, a Francisca no le quedó duda que de la única manera de que esa mujer rechazara a Karla era que el proyecto fuera una basura, así que no tenía de que preocuparse.

Todavía pasó una hora mas antes de que la reunión terminara, la espera no era para nada aburrida, había muchísimo que leer y el edificio era lo bastante grande para perderse en él por un buen tiempo. Sin embargo, Francisca no se sacaba de la cabeza a esa mujer, había algo especial en ella, y era extraño pensar así cuando ni siquiera la conocía en persona pero no podía evitarlo. De pronto se decidió, fue directo al escritorio de la secretaria a averiguar un poco más. La seria mujer leía absorta unos papeles cuando fue interrumpida.
--Disculpe señorita. ¿Me podría hacer un favor?-
--¿Si?- La mujer la miraba inexpresiva.-
--Yo se que le va a sonar raro pero, ¿podría describirme a la Dra. Orduño?-
--Disculpe pero no me es posible.-
--¿Me puede decir la razón?-
--Asunto de seguridad. No se quien es usted y la integridad de los servidores de esta empresa es primordial.-
Eso era broma, ¿acaso esa mujer le había visto cara de terrorista? Francisca trató de entender a la mujer e intentó ver si podría sacarle aunque fuera el nombre de pila.
--Yo no puedo decirle pero podría encontrar lo que busca en el listado que se encuentra en el piso inferior frente al salón de juntas.-

Después de agradecer las “atenciones” Francisca tomó el elevador y se dirigió al dichoso salón de juntas. Al lado de la puerta había unas hojas con un listado de todos los secretarios presentes, y ahí estaba, escrito en letras cursivas: Dottoresa Beatriz E. Orduño-Segretaria internazionale dei umani relazioni.




Cuando el mundo gira-Obra incompleta (Fragmento cap. 18: Italia)
Por: Francisca A. Molina

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