martes, mayo 12

AMIGO MÍO

Amigo mío... yo no soy lo que parezco. Mi aspecto exterior no es sino un traje que llevo puesto; un traje hecho cuidadosamente, que me protege de tus preguntas, y a ti, de mi negligencia.
El "yo" que hay en mí, amigo mío, mora en la casa del silencio, y allí permanecerá para siempre, inadvertido, inabordable.
No quisiera que creyeras en lo que digo ni que confiaras en lo que hago, pues mis palabras no son otra cosa que tus propios pensamientos, hechos sonido, y mis hechos son tus propias esperanzas en acción.
Cuando dices: "El viento sopla hacia el oriente", digo: "Sí, siempre sopla hacia el oriente"; pues no quiero que sepas entonces que mi mente no mora en el viento, sino en el mar.
No puedes comprender mis navegantes pensamientos, ni me interesa que los comprendas. Prefiero estar a solas en el mar.
Cuando es de día para tí, amigo mío, es de noche para mí; sin embargo, todavía entonces hablo de la luz del día que danza en las montañas, y de la sombra purpúrea que se abre paso por el valle; pues no puedes oír las canciones de mi oscuridad, ni puedes ver mis alas que se agitan contra las estrellas, y no me interesa que oigas ni que veas lo que pasa en mí; prefiero estar a solas con la noche.
Cuando tú subes a tu Cielo yo desciendo a mi infierno. Y aún entonces me llamas a través del golfo infranqueable que nos separa: " ¡Compañero! ¡Camarada!" Y te contesto:
" ¡Compañero! ¡Camarada!, porque no quiero que veas mi Infierno. Las llamas te cegarían, y el humo te ahogaría. Y me gusta mi Infierno; lo amo al grado de no dejar que lo visites. Prefiero estar solo en mi Infierno.
Tu amas la Verdad, la Belleza y lo Justo, y yo, por complacerte, digo que está bien, y simulo amar estas cosas. Pero en el fondo de mi corazón me río de tu amor por estas entidades. Sin embargo, no te dejo ver mi risa: prefiero reír a solas.
Amigo mío, eres bueno, discreto y sensato; es más: eres perfecto. Y yo, a mi vez, hablo contigo con sensatez y discreción, pero... estoy loco. Sólo que enmascaro mi locura. Prefiero estar loco, a solas.
Amigo mío, tú no eres mi amigo. Pero, ¿cómo hacer que lo comprendas? Mi senda no es tu senda y, sin embargo, caminamos juntos, tomados de la mano.


K. Gibrán

3 comentarios:

  1. Que impresión... me gustó el escrito, pero que miedo xDD Es casi Shakespeareano :P

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  2. aa esté Gibrán siempre tan acertado.


    siempre recordaré nuestras conversaciones tan profundas, quizás tenga 40, 50 o los que sean, pienso que de igual forma estarás ahi, nunca me he planteado un futuro sin tu presencia, ni la de Alenjandra, mucho menos la de pablo estaremos setados en mecedoras de madera tal vez, y me dirás ¿cual era el nombre de tú primaria? y yo te diré- acamaplichtli- y te reirás de nuevo, talvez la wera tmb

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  3. muy fuerte... ammm, no tengo más que decir... es raro, últimamente no tengo palabras. Si leo tu blog.

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