domingo, noviembre 4

Corriendo contra el cáncer (La humillación es lo de menos)

Si, si. Ahí estaba yo, madrugada y lista para correr por una buena causa, pensando que debo comenzar a hacer mis pinitos en contra de este terrible mal que se podría llevar la dedicatoria de mi vida profesional, tratando de apoyar con una pequeña suma de dinero por mi participación a las muchas víctimas del cáncer.
Claro, en todo el trayecto hacia el punto de partida me sentía bien, no hay como una buena obre para levantar el espíritu. Pensaba: Qué manera mas buena de aprovechar una mañana de domingo.
Y claro, como siempre, mi mente fantasiosa se había encargado de pintarme un panorama mucho mejor del que me esperaba.
Y ahí estaba yo, con una camiseta que le hubiese quedado bien a alguien con unos 100 Kg sobre mi peso, cargando mi bolsa de los Rolling Stones como si la trajera pegada al cuerpo, perdida entre mas de mil corredores profesionales de los diferentes institutos del estado y claro, para no quedarme mas atrás, parada en las primeras filas de la carrera de 5 Km.
No, lo confieso, no pude mas que intentar salvar mi pobre honor corriendo solo hasta pasar (x 1 m) la escuela de medicina, punto en el cual me detuve cual cacharro viejo y haciendo mas ruido que una locomotora.
Y así, caminando, fui rebasada por mas de 1000 personas en tan solo unos minutos... 1000!! Entonces que hice? Caminar, caminar y caminar... pensando, esto es así, no pude exigirme mas, ayudar es lo que cuenta; pero, en realidad, lo que me pasaba es que me había atacado un dolor en la pierna izquierda que no me dejaba ni contemplar la idea de correr otra vez. Pero si, también los perdedores tenemos orgullo, así que cuando se acercaban los 500 mts finales, arranqué de nuevo para terminar triunfal. ¿Y qué gané? Nada, ni siquiera un aplauso... lo que gané fue un bajón moral de los buenos, pero hay que reconocerlo: La humillación es lo de menos.
No hay que ser pesimistas, me dieron dos bebidas energetizantes gratis... a claro, olvidaba mi camiseta... 20 tallas mas grande.

Y esa soy yo, Francisca la buena, que es capaz de aguantar que mas del 92% de las personas que corrían a mi lado se vieran mejor que yo en mallas, la que se bofeó 3 veces en 5 km, la que ha corrido hoy su primera carrera contra el cáncer.. la que, a conciencia, ha decidido que no será la última. Pensaré que el próximo año le atinarán a mi talla.

1 comentario:

  1. Siempre te leo, pero no pongo comentarios. Ésta es la séptima vez que leo la misma entrada, esperando que quizá hayas publicado alguna nueva, y sin embargo leer esta en especial es muy gratificante, porque sé que es un ideal que muy pronto veras realizado amiga, Si bien mi vocación dió un giro de 360°, sabes que en lo más profundo d emi corazón aun comparto esa pasión por la vida, donde hasta el más mínimo aliento cuenta.
    Tu eres mi campeona. Te quiero amiga.

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